lunes, 19 de marzo de 2018

Una historia

Hola ¿cómo estás? pronuncie al su belleza yo observar
mientras mis ojos y mi mundo al rededor de él empezaba a girar
era mi corazón o era los segundos
quien me acerco al chico más bello de mi mundo.


Le pregunte su nombre y al escuchar perdí mi valentía
cuando mi mundo se caía al saber su nombre, 
era loco, era chico y hermoso
era él, mi vecino.


Le pregunte a su amiga que cómo era su vida,
que sí tenía alguna chica o quizás su corazón alguien aún no conocía
cerré mis ojos mientras esperaba una respuesta
mientras ella contestaba, alguien a mi corazón ya tocaba la puerta.


Salimos un par de noches, y con sus ojos me enamoré
mientras mi alma a mi corazón decía, a un ángel encontré
ahora corría sin rumbo fijo, pero dirigido al amor
mientras en una noche fría, él me brindaba su calor.


Pasaba el tiempo, y le pregunte que sí podría ser mi chico,
le expliqué toda mi vida, no sé si era una señal del cielo 
o una simple coincidencia, pero, con solo sonreír
él invadió por completo mi conciencia.


Pasaron los días, pasaron en un segundo
mientras esperaba que él, se adueñara de mi mundo
eran sus manos, era su suavidad
quienes me brindaron amor y también tranquilidad.


24 de diciembre, ha llegado una respuesta
nunca había escuchado está frase de manera más atenta
era un sí que abría las puertas hacia una nueva historia
que haría parte de mi vida y se quedaría por siempre en mi memoria.


Era todo lo que quería, no necesitaba nada más
solo sabía que mi corazón llegaría a donde tú estás
31 de diciembre, una noche agitada que podría acabar
que quería entrar a su vida y por primera vez sus besos probar.


He partido por primera vez,
aunque no te tenga a mi lado,
mi corazón siempre estará, donde tú estés,
te siento a mi lado y no te quiero soltar,
de tu corazón estoy aferrado y no te quiero olvidar.


Cada segundo pasaba hasta que se cumplía un mes
no podría explicar lo que sentía, en mi vida, era la primera vez
te quería a mi lado y sentir juntos el calor de un sol ardiente en el cielo
y de tus brazos fundidos en mí con tu amor.


Los meses pasaban y para mí, era lo peor
la distancia era tu olvido, y cada kilómetro mi temor
era tu voz, mi esperanza y tu besos era mi cura
pero sabía que el tiempo era corto y que cada partida,
era para ambos dura.


Ahora estoy aquí, con mis brazos abiertos a tu amor
no existe distancias, no existen mentiras
y tampoco el temor
yo sé que te tengo y que tú a mí también
y que te sentiré con toda mi alma
aunque tus brazos aquí, no estén.


No hay comentarios:

Publicar un comentario