Hola ¿cómo
estás? pronuncie al su belleza yo observar
mientras
mis ojos y mi mundo al rededor de él empezaba a girar
era mi
corazón o era los segundos
quien me
acerco al chico más bello de mi mundo.
Le pregunte
su nombre y al escuchar perdí mi valentía
cuando mi
mundo se caía al saber su nombre,
era loco,
era chico y hermoso
era él, mi vecino.
Le pregunte
a su amiga que cómo era su vida,
que sí
tenía alguna chica o quizás su corazón alguien aún no conocía
cerré mis
ojos mientras esperaba una respuesta
mientras ella contestaba, alguien a mi corazón ya tocaba la puerta.
Salimos un
par de noches, y con sus ojos me enamoré
mientras mi
alma a mi corazón decía, a un ángel encontré
ahora
corría sin rumbo fijo, pero dirigido al amor
mientras en
una noche fría, él me brindaba su calor.
Pasaba el
tiempo, y le pregunte que sí podría ser mi chico,
le expliqué
toda mi vida, no sé si era una señal del cielo
o una
simple coincidencia, pero, con solo sonreír
él invadió por completo mi conciencia.
Pasaron los
días, pasaron en un segundo
mientras
esperaba que él, se adueñara de mi mundo
eran sus
manos, era su suavidad
quienes me
brindaron amor y también tranquilidad.
24 de
diciembre, ha llegado una respuesta
nunca había
escuchado está frase de manera más atenta
era un sí
que abría las puertas hacia una nueva historia
que haría
parte de mi vida y se quedaría por siempre en mi memoria.
Era todo lo
que quería, no necesitaba nada más
solo sabía
que mi corazón llegaría a donde tú estás
31 de
diciembre, una noche agitada que podría acabar
que quería
entrar a su vida y por primera vez sus besos probar.
He partido
por primera vez,
aunque no
te tenga a mi lado,
mi corazón
siempre estará, donde tú estés,
te siento a
mi lado y no te quiero soltar,
de tu
corazón estoy aferrado y no te quiero olvidar.
Cada
segundo pasaba hasta que se cumplía un mes
no podría
explicar lo que sentía, en mi vida, era la primera vez
te quería a
mi lado y sentir juntos el calor de un sol ardiente en el cielo
y de tus
brazos fundidos en mí con tu amor.
Los meses
pasaban y para mí, era lo peor
la
distancia era tu olvido, y cada kilómetro mi temor
era tu voz,
mi esperanza y tu besos era mi cura
pero sabía
que el tiempo era corto y que cada partida,
era para
ambos dura.
Ahora estoy
aquí, con mis brazos abiertos a tu amor
no existe
distancias, no existen mentiras
y tampoco
el temor
yo sé que
te tengo y que tú a mí también
y que te
sentiré con toda mi alma
aunque tus
brazos aquí, no estén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario