Es un estúpido adolescente que sufre todos los días
de ansiedad por la comida, una enfermedad hoy en día, cuenta las calorías para
ir al otro día y “quemarlas” al gimnasio en una anticuada y aburrida caminadora
-según dice- o simplemente prefiere no ir a ningún lado donde le puedan ofrecer
comida para ese día y no come nada, o bueno, casi nada, una fruta o un café, a
veces los dos, pero nada más. No busca el equilibrio realmente, es demasiado para
él; un tipo que no conoce sino de excesos. Un tipo sin equilibrio, que se cae fácilmente
del slac y no precisamente porque no sepa lo importante que es sino porque ni
siquiera lo intenta, solo se queja una y otra vez de su mismo problema, pero
cuando Dios lo pone a prueba siempre hace lo mismo, siempre responde de la
misma manera.
Hace parte de ese cumulo de personas que
cometen los mismos errores una y otra y otra vez; como si necesitaran otra
vida, volver a nacer para poder cambiar y dejar de repetir lo mismo una y otra
y otra y otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario