domingo, 11 de marzo de 2018

De amigas


Hoy estuve hablando con un par de amigas acerca de cómo nos gustaría que fuese el hombre de nuestras vidas, el papá de nuestros hijos si es posible; Zalome, sí, esta Salomé es con Z, así tiene incluso su cédula, aunque parezca horriblemente único, como ella, creo; sueña con un hombre guapísimo aunque no entro en detalles específicos, con mucho dinero, muy generoso especialmente con ella, con muchos amigos, que haga parche en cualquier lado, no necesariamente con ella -que sea independiente en ese sentido- y que la ame perdidamente solo a ella. Melissa por su parte, también anhela un hombre súper atractivo físicamente tipo Brad Pitt o incluso Justin Bieber, que sea un loco depravado en la cama, que le haga el amor cada mañana y no cada noche; y eventualmente que la ame solo a ella. Cuando terminaron la descripción del hombre de sus sueños, ya era las 11:56 a.m. y teníamos clase Zalo y yo entonces nos tuvimos que ir y claramente no tuve oportunidad de expresar mi delirio. Sin embargo, cuando íbamos caminando, me quede pensando en el tema y entre tanto, me preguntaba, ¿qué defectos quisiera que tuviera? Quererlo perfecto además de ser imposible resulta realmente aburrido, tengo que tener algo porque molestarlo y tiene que haber alguna razón por la que peleemos algún día, muchos días; ¿sería la pecueca y el mal aliento lo único capaz de aguantar?

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